¡Uf, la ESO! Si tuviese que describirla sería la etapa intermedia entre no estudiar nada y acostarte a las 2 de la madrugada porque no te sabes bien historia. Quizás te interese saber cómo me fue a mí en estos cuatro años.
Primer ciclo (1º y 2º ESO)
Todavía me acuerdo de mi primer mía de 1º ESO y cómo nos llevaron al Aula Magna para darnos la presentación. Recuerdo quién fue el primer profe con el que hablé y con quién me senté en mi primera clase, pero lo que mejor se me ha quedado en la memoria era lo nervioso que estaba. Sinceramente, en mi colegio (CEIP Miguel de Unamuno) me metieron demasiado miedo con respecto a lo que iba a ser la ESO. Nos decían que las ecuaciones de segundo grado eran muy difíciles, o que teníamos que estudiar todos los días.
Si acabas de empezar 1º ESO y te han asustado de esa manera, déjame decirte que hacen bien, simplemente porque así no te relajas, pero también te digo que las ecuaciones de segundo grado las acabas haciendo de cabeza y que yo no he ido estudiando cada día hasta que llegó 2º BACH (y mis notas no han estado mal).
Sin embargo, también te digo que si empiezas a suspender muchos exámenes en 1º ESO es mala señal y te tendrás que poner las pilas (no hace falta que te diga que este curso es el más fácil).
En mi caso, 1º fue bastante bien, aunque tuve que aprender a no dejar todo para el final y no estudiar el día de antes (intentaba estudiar al menos con cuatro días de adelanto).
Una experiencia que me marcó bastante fue mi primer examen de geografía. Lo había dejado para el día de antes y estuve estudiando hasta las doce del día anterior (y un poco más por la mañana). Sin embargo, lo peor ocurrió al hacer el examen, cuando no me dio tiempo a hacer un ejercicio de dos puntos porque había ido demasiado lento. En ese momento aprendí que es muy importante escribir rápido, aunque solo lo puedes hacer si te lo sabes de memoria.
Recuerdo que la semana de exámenes me asustó bastante, ya que en el colegio no existía algo como tal. Sin embargo, pude organizarme bien y prepararme los cinco o seis exámenes que se suelen juntar esos días. De hecho, las semanas de exámenes suelen ir después de un puente, así que eso me ayudó bastante.
En cuanto a 2º ESO, fue el curso del que mejor recuerdos tengo (después de 4º). Esto es porque estuve en clase con mis amigos del colegio y me tocaron unos profesores bastante buenos. Por esta razón, no solo me lo pasé muy bien, sino que saqué unas de mis mejores notas finales. Fue en este año cuando aprendí a hacer trabajos en grupo y PowerPoints, y me di cuenta de que no era buena idea poner solo texto.
Curiosamente, recuerdo que en este curso me gustó bastante la geometría que aprendimos en matemáticas, y que hicimos unos poemas de amor sobre la asignatura (Mi amor es infinito como el número pi...).
Por otro lado, en 2º ESO comienzas con física y química, así que tenía bastante curiosidad sobre esta asignatura. Pronto me di cuenta de que me gustaba más la física que la química, debido a que la primera está más conectada con las matemáticas, que me encantaban. Ahora que lo miro en retrospectiva, diría que la física y la química de la ESO es más aburrida que la de Bachillerato, sobre todo porque es mucho más teórica y no trata los temas tan a fondo.
También aprendí que el segundo curso de cada ciclo es más llevadero que el primero, debido a que el nivel de dificultad no aumenta tanto (excepto en 2º BACH).
Sin embargo, la mejor experiencia que me llevé de este año fue el viaje que hizo el instituto a Irlanda (también fue la primera vez que viajé al extranjero). Básicamente, consistía en estar 5 días con una familia irlandesa y visitar sitios característicos del país con el instituto. Obviamente, fuimos a Dublín y tengo todavía alguna foto:
Segundo ciclo (3º y 4º ESO)
3º ESO fue un curso para olvidar, no por las notas, que fueron buenas, sino por la clase en general. Me tocó con unos cuantos que hablaban constantemente, y que obviamente empeoraron la relación que tuvimos con los profesores (y eso no es para nada bueno, como tampoco lo es verles como enemigos).
Como acabo de mencionar, el primer curso de cada ciclo es más difícil, y esto se cumplió con respecto a 2º ESO. El cambio más importante que noté fue que había exámenes todas las semanas. No sé si esto ocurre siempre en este curso o si fue debido a mis profesores, pero esto es lo que me causó más sufrimiento, aunque seguía encontrando tiempo para jugar al pádel, tocar el piano o montar en bici.
En este curso tuvimos que hacer un examen de la tabla periódica. Por alguna razón, siempre había pensado que en algún momento de mi etapa por el instituto ibas a tener que aprendértela entera, pero afortunadamente los 20 o 25 elementos que te aprender en 3º ESO son los únicos que necesitas para el resto de los años.
Debido a la preocupación que me había generado ese examen, me sorprendí mucho cuando vi que era perfectamente posible estudiarte esos elementos en una sola tarde. También recuerdo que me ayudaron algunas reglas nemotécnicas que encontré por Youtube:
Algo característico de 3º ESO es que empiezas con biología y con literatura. Aunque biología ya se daba en 1º, podríamos decir que en este curso lo empiezas a ver un poco más seriamente. Pronto me di cuenta que biología no requería mucha dificultad, y que se parecía a historia, ya que lo mejor de cara a los exámenes era, no solo comprender los conceptos, sino sabértelos bien de memoria. Lo mismo digo con respecto a literatura, que, desde el punto de vista de un alumno del Bachillerato de Ciencias, era mucho más aburrido (aunque yo cogí el tecnológico).
Recuerdo que en mi primera clase de biología dibujamos una célula
No todo 3º ESO fue una mala experiencia. De hecho, participé en un programa de las Naciones Unidas conocido como Global Classrooms. Tuvimos que informarnos sobre la situación de un país en concreto, y a mí y otro compañero nos tocó Yemen. De hecho, fuimos a la embajada de este país en Madrid:
Ganadores del instituto del proyecto de Global Classroom
Cada vez que pienso en 4º ESO me pongo un poco nostálgico, porque fue mi mejor curso del instituto debido a la clase que me tocó. Estuve con mis mejores amigos y además nos comportábamos bastante bien (recuerdo que nos ponían positivos generales para subir la nota de todos). Además, los profesores que tuvimos eran de los mejores del instituto, como por ejemplo Luis Horrillo, vicepresidente de la Federación Española del Profesorado de Geografía e Historia. De hecho, grabamos un documental con él, que se publicó en RTVE (minuto 13:30):
Otra actividad importante que hice durante este curso fue acudir a las Olimpiadas de Biología, aunque desafortunadamente no ganamos. Recuerdo que tuvimos que ir a la Universidad Autónoma (y se me hizo bastante raro ir con la profesora en el metro).
Un examen bastante relevante fue el First, el examen de inglés de Cambridge que teníamos que hacer para conseguir el B2 (algunos hicieron el Advanced para el C1). No me puse muy nervioso cuando llegó la hora de este examen, ya que, al ser nuestro instituto bilingüe, íbamos bien preparados (de hecho, este examen se solía hacer unos años antes, en 1º ESO).
Mis amigos me suelen decir que 4º ESO es un curso duro, y es posible que tengan razón. No estoy muy seguro, pero apostaría a decir que es en tercero y cuarto cuando repiten el mayor número de alumnos. Aun así, este curso me planteó pocas dificultades. Recuerdo algún examen de biología y geología del que tuve bastante miedo, pero pienso que, en general, se me hizo ameno este año gracias a los buenos profesores que tuvimos.
Paradójicamente, saqué peores notas en este curso que en tercero. Esto me hizo reflexionar y darme cuenta de que un curso no son solo números, y hay otros factores que hacen que tengas buenos recuerdos de uno de ellos.
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